Complicaciones frecuentes durante el embarazo


Desprendimiento de la placenta

Antes de que el bebé nazca, la placenta se puede despegar de la pared del útero como consecuencia de una hemorragia en la zona. Los síntomas son un fuerte dolor abdominal acompañado, a veces, por una hemorragia oscura a través de la vagina.

Se asocia a preeclampsia (la tensión alta en algunas embarazadas) y suele ocurrir en el tercer trimestre. Puede llegar a ser grave, ya que la parte de placenta desprendida deja de aportar oxigeno al bebé, así que, una vez diagnosticado el problema, debería hacerse una cesárea urgentemente.

Preeclampsia

La Preeclampsia es la hipertensión arterial provocada por el embarazo. Se da porque la placenta crea sustancias que contribuyen a obstruir la arterias. Algunas señales de preeclampsia son: presión sanguínea elevada, hinchazón que no desaparece y una cantidad excesiva de proteínas en la orina.

Tener la tensión alta no significa necesariamente sufrir preeclampsia. Tu médico la controlará en cada consulta y sólo cuando haya una descompensación preocupante podríamos hablar de esta enfermedad.

En la mamá puede provocar crisis hipertensivas, insuficiencia hepática o renal, alteraciones de la coagulación y hasta cuadros convulsivos o comatosos llamados eclampsia. En el bebé puede producir una disminución de su crecimiento u otras complicaciones del embarazo como el desprendimiento placentario.

Placenta previa

Ocurre cuando la placenta se sitúa por sí sola delante de la cabeza del bebé y tapa el orificio del cuello del útero. Esta situación es frecuente hasta las 20 semanas de embarazo. Sin embargo, si hacia la fecha del parto, la placenta continúa ubicada en este lugar, el parto vaginal se hace imposible y hay que recurrir a la cesárea. Puede aparecer sangrado en el embarazo, que a veces es normal. Pero si la hemorragia es abundante, debe tratarse de forma inmediata.

En estos casos la mayoría de veces se solicita la prestación por embarazo de riesgo para evitar cualquier inconveniente.

Rotura prematura de bolsa

La 'rotura de la bolsa' consiste en la pérdida de líquido amniótico por los genitales sin estar de parto. Cuando la bolsa se rompe, los gérmenes que están en el cuello del útero y la vagina pueden invadir el líquido amniótico y pueden provocar una infección en el bebé. Si crees que la bolsa se ha roto debes acudir inmediatamente a un especialista. Un examen vaginal te lo confirmará o te lo desmentirá. Muchas veces, la salida de líquido a través de la vagina es simplemente incontinencia o abundante flujo vaginal.

Si la rotura se produce antes de la semana 32, tu médico intentará prolongar unas semanas el embarazo porque el riesgo de prematurez es mayor que el de infección fetal. Te recomendará reposo, y probablemente te recete una medicación para acelerar la maduración de los pulmones del bebé y antibióticos. Además, te hará una serie de pruebas para diagnosticar signos de infección. Si se confirma la presencia de alguna infección, te provocarán el parto con el fin de evitar mayores riesgos para el bebé. Sólo ocurre en un 2% de embarazos.

Erupciones cutáneas

Las más comunes son el herpes gestacional y la urticaria.

El término herpes es confuso, porque el problema no está causado por un herpesvirus ni por ningún otro virus. Se cree que la causa del herpes gestacional son ciertos anticuerpos anormales que reaccionan contra los tejidos del propio cuerpo. Este herpes está formado por ampollas llenas de líquido y provoca un intenso picor.

Con la urticaria, aparecen manchas, casi siempre en el abdomen, rojas, irregulares, planas o ligeramente abultadas que producen un intenso picor en el abdomen. A veces tienen diminutas ampollas también.

Para tratar los dos tipos de erupción están los corticoides, que se aplican con una crema o se administran por vía oral en los casos más graves.

Vómitos excesivos (hiperemesis gravídica)

El exceso de vómitos durante el embarazo, a diferencia de las habituales náuseas matutinas, es la presencia de vómitos extremadamente graves que causan deshidratación e inanición.

Se desconoce la causa de los vómitos, pero los factores psicológicos pueden influir mucho. Cuidado porque la deshidratación en el embarazo puede provocar una hemorragia en la retina de los ojos, peligrosas alteraciones en la sangre o lesiones en el hígado.

Si tus vómitos son exagerados, debes ser hospitalizada. Te subministrarán líquidos de glucosa o vitaminas por vía intravenosa. Y te impedirán comer y beber al menos en 24 horas. Si los necesitas, te proporcionarán fármacos contra las náuseas y sedantes. Cuando se supera la deshidratación, se puede empezar a comer poco a poco.

Infecciones respiratorias virales (contagiosas)

Son enfermedades contagiosas que pueden afectar a la respiración y causar otros síntomas. Las más comunes en el embarazo son gripe, resfriado, varicela, eritema infeccioso, citomegalovirus (CMV) y la rubéola (también llamada sarampión alemán).

Anemia

La anemia es una disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre. Los síntomas en la mamá pueden ser cansancio, falta de aire y falta de energía. El bebé no se verá afectado por esto. La causa más común es el déficit alimentario. Hay que comer más. Te recomendarán comidas ricas en hierro, zumos de cítricos y a veces comprimidos con hierro y ácido fólico. Si el nivel de hemoglobina desciende de forma alarmante, será necesaria una transfusión de sangre.

Embarazo ectópico

Ocurre cuando el feto se desarrolla fuera del útero, ya sea en la trompa de Falopio, en el canal cervical o en la cavidad pélvica o abdominal. Un embarazo ectópico constituye un riesgo para la vida y debe ser extirpado lo antes posible.

Los síntomas de un embarazo ectópico son pequeñas pérdidas de sangre por la vagina y dolores abdominales como los calambres.

Diabetes gestacional

Las hormonas de la placenta pueden desarrollar una diabetes en la época del embarazo. El tratamiento de la diabetes gestacional es una dieta muy estricta en lo que a hidratos de carbono se refiere. Pocas veces son necesarias las inyecciones de insulina. La mujer que haya pasado por una diabetes en el período de la gestación debe someterse a un control riguroso. Tiene riesgos de padecer diabetes en años posteriores al parto o volver a tenerla en siguientes embarazos.

Rh
La incompatibilidad de Rh es la incompatibilidad del grupo Rh entre la sangre de la madre y de su feto. Como resultado, la mujer puede producir anticuerpos contra los glóbulos rojos del feto. Los anticuerpos ocasionan la destrucción de un número más o menos importante de estos glóbulos produciendo en ocasiones la denominada enfermedad hemolítica del recién nacido, una variedad de anemia. Para intentar combatir esta anomalía hay diferentes procedimientos que varían según la gravedad. Se pueden inyectar anticuerpos anti-Rh en la madre Rh-negativo. En ocasiones, se administra al feto una transfusión de sangre intrauterina. Sólo en algunos casos se le practicarán transfusiones al bebé una vez haya nacido.

Polihidramnios y oligoamnios

Llamamos polihidramnios al exceso de líquido amniótico. En ocasiones, este exceso será normal: cuando el bebé sea grande o cuando el embarazo sea múltiple. Pero también puede ser consecuencia de una enfermedad de la madre como la diabetes o una enfermedad del bebé como las llamadas malformaciones congénitas. Los oligoamnios son lo contrario, la disminución de la cantidad de líquido amniótico.
Se recomienda reposo para evitar el parto prematuro. Si hay dificultades respiratorias, puede realizarse un drenaje del exceso del líquido mediante una punción con un catéter intra-amniótico.

Retraso del crecimiento intrauterino (RCIU)

Hablamos de retraso del crecimiento intrauterino cuando un bebé no está creciendo dentro del útero a la velocidad normal. Al nacer, estos bebés suelen tener poco peso y es probable que necesiten quedarse más tiempo de lo normal en el hospital. Sin embargo, alcanzan el tamaño normal alrededor de los 2 años de edad. Por lo general, estos bebés tienen un peso bajo al nacer. La mayoría de los casos de RCIU están fuera de control de la mamá. Eso sí, el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas pueden desencadenar este crecimiento retardado. Abandona estos hábitos.

Embarazo múltiple
El embarazo múltiple es un que embarazo se considera de mayor riesgo porque se asocia a parto prematuro y desarrollo de preeclampsia. Además es importante diferenciar si los bebés son gemelos o mellizos. Los gemelos pueden compartir la placenta o la bolsa, lo cual puede complicar el desarrollo durante el embarazo y el parto.

Aborto

Un aborto (espontáneo) es la pérdida de un feto por causas naturales antes de las 20 semanas de embarazo. En cambio, se denomina feto muerto a la pérdida del mismo por causas naturales después de las 20 semanas de embarazo.

Antes de un aborto, la mujer habitualmente sufre pérdidas de sangre poco cuantiosas hasta que tiene una hemorragia más evidente junto a secreción vaginal. El útero se contrae y la mujer siente un dolor similar a los calambres. Si el aborto continúa, la hemorragia, la secreción y los dolores aumentan. Al final, parte o la totalidad del contenido del útero puede ser expulsado. Cuando sólo se expulsa una parte (aborto incompleto), debe realizarse una dilatación y succión para vaciar el útero.

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