La mamá tiene la suerte de tener a alguien a su lado, a ti. Demuéstrale que estas con ella en todo el proceso, y especialmente ahora que su cuerpo está cambiando más rápido y puede que sienta molestias.
No debes tratarla como si estuviese enferma, puesto que no lo está, pero si debes entender que tenga momentos de cansancio acusado, dolor de piernas o de espalda, e incluso cambios de humor. Se más comprensivo y flexible, y ayúdala en todo lo que esté en tu mano.