Embarazada de 23 semanas: cambios en la madre

Llegamos a la semana 23 del embarazo y seguro que notas que tu abdomen está cada vez más grande y redondo, ya tu bebé sigue creciendo a ritmo veloz. Tu piel se está estirando y puede incluso cambiar la forma del ombligo. Sin embargo, debes intentar mantener tu peso en patrones normales y no engordar demasiado.

Tu circulación sanguínea se está modificando lentamente. El útero, cada día más grande, presiona las venas que devuelven la sangre desde la parte inferior del cuerpo hacia el corazón y como resultado, la circulación en las piernas es más lenta. Muchas embarazadas notan, además, que les sangran las encías con mayor facilidad que antes. Si es tu caso, no te preocupes. La “gingivitis del embarazo” es común y desaparecerá cuando nazca el bebé.

Es posible que a estas alturas comiencen a desaparecer los dolores de cabeza, muy frecuentes en la primera mitad del embarazo.

Su longitud en esta semana es de unos 20 centímetros aproximadamente (27-29 cm si se mide de cabeza a pies) y su peso se acerca al medio kilo (455 -490 gr).

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Control prenatal: pruebas del embarazo en la semana 23

No te olvides de cuidar tus dientes. El segundo trimestre es un buen momento para visitar al dentista. Cerciórate de avisar al profesional de la salud si notas algo inusual o tienes alguna inquietud sobre tu salud o el desarrollo del bebé.

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El crecimiento del bebé durante la semana 23

Durante la semana 23 de embarazo se está depositando el pigmento que colorea su piel. Ésta tiene una apariencia arrugada que se alisará en las próximas semanas. Al mismo tiempo, empezará a desarrollar su cerebro con rapidez. Sus medidas empiezan a ser más proporcionadas..

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